Si en silencio pudiese partir
dejando atrás
tan solo un poco de mi en ti,
partiría sin dudar...
Rodar hacia un nuevo amanecer
luces y sombras detrás;
carretera, cuyo destino final
siempre es el mar
el hondo lamento del viento
presagia la titánica confrontación
de la tierra y el mar
Rompe el rayo la negrura
e ilumina la arrogancia desmedida
de la granítica muralla,
que invencible, se alza
eternamente desafiante
contra la furia de los océanos
Ruge el cielo:
Llueve
Ruge el corazón de la roca:
No pasaran
Mientras se estrellan las olas, una tras otra,
sonríe Poseidón:
Quizá hoy no...
...Y volver a rodar...
JackSparragoss
19 comentarios:
Me gustan los días de tormenta y me ha gustado mucho leer esté maravilloso poema.
Mi beso
Eva, a mi también me gustan esos días, pero mas aún me gusta la calma que viene después con ese perfume característico...
Un beso
Hola, Jack, tempestad y empuje, carretera y asfalto en tu poema, quedó genial esa mezcla.
Saludos blogueros
El mar que intensamente siempre nos llama, nos seduce, nos envuelve.
Y en ese camino las tormentas son para vivirlas…
Un abrazo!
Siempre me ha gustado el olor de la tierra después de la tormenta, me recuerda tiempos ya pasados, tiempos que ya no volverán de la infancia.
Genial poema, Jack
José Antonio, así es la vida una amalgama de ingredientes pintorescos.
Saludos blogueros, maestro
Cecy, así es, las tormentas son una parte fundamental de nuestras vidas y, probablemente, responsables de nuestro crecimiento...
Un abrazo
Antoni, eso es, exactamente, lo que queda después de la tormenta: recuerdos.
Gracias por tu visita, me alegra verte por aquí.
Un abrazo
Hay veces que seguir la carretera hasta el final nos lleva a lugares que el destino nos tenía reservados.
Aunque a veces no tengamos sitio donde resguardarnos de la tormenta...
Me gusta el poema.
Natalia, ¿que carretera que se precie no acabara donde comienza el mar? ¿que mar no se presenta fiero primero? Ya vendrá luego la cálida arena y los atardeceres templados...
Gracias por tus palabras
¡Qué ganitas tenía de visitarte!...
Me has echo sentir el mar, ese mar (tan seductor) que este verano no voy a poder disfrutar, ¿qué le vamos a hacer?.
Un beso fortísimo.
Realmente es una hermosa y original mezcla. Bien comparto la opinión de José Antonio del Pozo.
Un abrazo fuerte y besos.
Towanda, este año sacrificio(yo tampoco he podido salir) el año que viene ¿quién sabe?
Bienvenida de nuevo...
Un beso
Andri, me alegra que compartas opinión con José Antonio
Abrazo y beso para ti también...
Me alegra que hayas venido de nuevo a mi rincón.
Te abrazo por amar sin razón.
:)
Jack me gusta mucho tu poesía, ruge el cielo rompe el rayo y veo las estrellas en tu poema que me desafían frente al mar...
Es el diario de venir de las olas, esos instantes que tenemos en el día a día, bello mi querido Pirata, besos
Muy sentido, Jack.
La carretera y el destino final al que nos lleva.
Me recuerda una película, The Road, que, justo como tu poema, acaba a orillas de la mar.
El Fin de una, y el inicio de otra. Ésta más infinita, más misteriosa.
Un saludo.
Mixha, la vida es un choque constante de fuerzas...
Muchas gracias por tu visita y por tus palabras.
Un beso
Herep, ya me gustaría a mi que el final de una película fuese el comienzo de mis historias... La realidad supera la ficción, con creces.
Un abrazo
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