En esa lagrima condensada, cautiva la pasión


delicado cristal, frágil prisión;


incapaz de soportar las ardientes llamas...


deslizándose trémula hacia la nada,


al fin se desvanece:


Evaporada!!!

domingo, 10 de junio de 2012

Espuma, sal y arena


Cuando muera, que algún día moriré
se perderá mi lamento 
en el suave rumor de las olas
se borrara cada letra que, para ti, 
escribí sobre la arena
El vaivén ancestral de las mareas
acompañara el ondear de mi bandera
mientras se olvida 
en la memoria de la tormenta
el sabor de los besos 
que le dio un pirata a su sirena

Solo somos espuma, sal y arena

Desde algún lugar del Mare Nostrum


JackSparragoss

domingo, 3 de junio de 2012

El pirata y la sirena

I
Antes de comenzar a recorrer el camino ya había decidido dar el amor por perdido, sacrificó aquello que tanto había anhelado por el brillo de eso por lo que los hombres venden cuerpo y espiritu. Después de encontrar lo hallado prefirió dejarlo escapar.


El decidió no volver a postrar su alma en aquel altar donde se entregan aquellos que saben amar. Decidió recorrer el camino en sentido opuesto al destino, buscando aquello que solo no se puede encontrar.


Ella vio pasar las lunas, una tras otra,  desde su cama casi siempre vacía, mientras se sucedían las estaciones y algún amante de usar y tirar rellenaba su copa de vino.


La impronta  del tiempo marco su rostro verde aceituna, y quiso la Luna teñir de plata sus cabellos aplacando su dura mirada. Perdieron firmeza sus rudas manos entrenadas de joven para la batalla. Y en sus ojos se gastaron tantos atardeceres mirando al mar que decidió Poseidón entregar una de sus sirenas a aquel mortal.


Ajada la belleza de su mirada quiso la madre tierra que ella fuese de los suyos repudiada y en el ocaso de esa vida derrochada sus pasos la llevaron de nuevo rumbo al hogar, rumbo al mar. 
Que nunca es tarde para recuperar el pasado y pedir perdón a un padre airado.




II
Poseidón y la sirena

Hablo el dios del mar y la tormenta:


- Ese es el hombre, el predilecto del viento, protegido de la luna. Ahora le perteneces a el. Ve y obtén tu perdón.


- Padre, así lo haré por vos, aunque mi corazón pertenece a un mortal. Condenada estoy, ya lo sabéis.


- Hija, deja al azar lo que para él escribió el destino...


Observa día y noche, la sirena, al triste mortal tendido sobre la arena. La luna oscura alumbra el lánguido canto de aquella medio mujer que dejo marchar al ser amado.
En algún lugar, desafortunado aquel que se deja mecer por la maldición, siendo arrastrado sin piedad al fondo abisal.

Pregunta la sirena:


- ¿Que es lo que de la vida esperas?


- Haré lo que de mi se espera por posición y condición, solo soy un siervo.


- ¿No hay nada que desees? ¿que yo te pueda conceder? ¿no soy suficiente para ti? ¿no me deseas?      


- No te deseo. A ti no. Sirena varada en la arena, no hay nada que tu me puedas dar... 


- No ves que ya no eres aquél que una vez partió. ¿No te das cuenta? Deja de mirar las puestas de sol, recupera tu vida anterior; surca de nuevo el mar y yo cantaré para ti, acompañando tu navegar.


- Para mi es tarde ya. 


- Mortal, condenado a perecer, a desaparecer de la memoria de los que, por un instante fugaz, te sobrevivan. ¿Así tu vida malgastas? 


- No es pena esta dulce condena: haber amado y poder recordar en cada atardecer junto al mar. Mi tiempo se acaba, no rodare lejos, ni surcaré de nuevo los océanos... 


Siente la sirena en el pecho un hondo pesar saboreando amargo el paladar .


- Si así lo deseas, pereceré contigo, junto a ti, a tu lado, en esta playa desierta.


Le mira profundo a los ojos, el hombre que tanto la había amado, el que por ella todo había abandonado; en su interior siente un viejo rencor.


- ¿De verdad eres tu? ¿Ya no vives en tu palacio de cristal? ¿Que fue lo que paso? ¿Te aburriste?


Su mirada antes serena recupera la  fiereza de aquellos tiempos en los que se batía por la espada repartiendo muerte a suertes. 


- Que injusto es el destino, para rehabilitar mi lugar en la casa de mi padre he de ayudar a aquel que una vez me hizo abandonar el buen camino...


- Nada me puedes dar, nada te he pedido. Sirena vuelve al mar y deja a este hombre encontrar su final.


Se aleja por la playa, dando la espalda, una vez mas, a su destino, mientras ella dibuja sobre la blanca arena el nombre de aquel hombre extraño.




III
El sueño y la luna

Terrible ha de ser tu sufrimiento cuando eliges la soledad al amor. Cuando en vez de cabalgar encrespadas olas en el ojo del huracán te postras en la orilla como mero espectador. 
¿Acaso el tiempo arranco de tu corazón el valor y te convirtió en un ser pusilánime?


Brillo tan alto junto a mi, mi sol amado, fue tan floreciente nuestro reinado, que sufrimos la envidia del resto planetas y astros. Juntos urdieron la conjura estableciendo jerarquías y rangos. El fue encumbrado en un lugar donde todos pudiesen rendirle pleitesía, a mi me encadenaron a esta órbita espacial condenada a girar sin descanso. A veces, nuestros dedos se rozan en un amanecer temprano, por un instante, de nuevo, siento su calor.


Yo soy la luna, pirata cobarde; protejo a los amantes, les doy cobijo, soy inspiración y guía. Controlo las mareas y puedo hacer que Poseidón no tenga un buen día.
He visto hombres y dioses desvanecerse en el ayer buscando la inmortalidad. 
Hora es ya de que afrontes aquello para lo que nunca se esta preparado, ya seas mortal o deidad.
Despierta de ese letargo, regresa al mar, encumbra tu navío sobre olas de espuma e iza de nuevo tu bandera: dos tibias y una calavera!




 Desde algún lugar del Mare Nostrum
JackSparragoss

jueves, 22 de septiembre de 2011

Otoño perdido


Recorro los kilómetros que me separan 
de tu memoria 
por carreteras secundarias 
gastadas 
por el sol de la mañana 
por los hielos del invierno
Susurran los viejos olmos 
a mi paso
viejas letanías 
que hablan de otros días
en los que el amor 
nos alumbro.
Y en verdad fueron felices 
aquellos tiempos 
que nos robo 
del norte, el frio.

¿Que fue del otoño?
¿Cuando mudaron de color las hojas de nuestro amor?
¿Acaso no merezco un languido final?
¿Una suave caída hacia el infinito mientras mi cuerpo es mecido por el viento?


JackSparragoss

lunes, 22 de agosto de 2011

El querer

Así son las cosas del querer 
en este amanecer helado
cuando la escarcha de tus labios 
dibuja verbos sin sentido
sobre el vaho de la ventana
y quedan rotas las palabras
que en sueños tejiste 
sobre la almohada,
silenciosas,
como tus lágrimas
que reposan 
cual pétalos de rosa
junto al rocío de la mañana
recorriendo 
senderos de invierno
en esta madrugada 
que se me antoja
demasiado larga...

JackSparragoss

miércoles, 17 de agosto de 2011

Hacia el mar

Si en silencio pudiese partir 
dejando atrás 
tan solo un poco de mi en ti, 
partiría sin dudar... 
Rodar hacia un nuevo amanecer 
luces y sombras detrás;
carretera, cuyo destino final
 siempre es el mar


Junto al son del trueno
el hondo lamento del viento
presagia la titánica confrontación 
de la tierra y el mar
Rompe el rayo la negrura
e ilumina la arrogancia desmedida
de la granítica muralla, 
que invencible, se alza 
eternamente desafiante
contra la furia de los océanos 
Ruge el cielo:
 Llueve
Ruge el corazón de la roca:
No pasaran
Mientras se estrellan las olas, una tras otra,
 sonríe Poseidón:
Quizá hoy no...




...Y volver a rodar...


JackSparragoss



sábado, 28 de mayo de 2011

Reflejos



Amanezco en el primer destello fugaz
que tu iris arroja sobre mi 
justo antes de ver, en tu pupila 
el reflejo de esta imagen borrosa
que venera cada poro de tu piel  
respiro cada aliento de tu boca
y esta boca inhala codiciosa
el aroma que mana de tu ser
Ignoro las señales que anuncian 
cataclismos y desastres
pasando inadvertidas, estaciones
noche y día o el rotar de un asteroide
el sol solo se pone, solo muere el día 
con los últimos ecos de tu voz
letra que encuentra melodía
 al fin, en esta cabeza mía.


JackSparragoss
desde algún lugar del mare nostrum

viernes, 22 de abril de 2011

Triste tonada

Amarte, recuerdo, mientras me amabas
amarte en silencio, con la mirada
amarte, amor, mi sirena varada
mientras en mis brazos te abandonabas

Y tu, que entrecortada respirabas
regalando tu sonrisa azucarada
asistir de amor la gran escapada
entre caricias, pliegues de sabanas

Beber tu aliento, tus sueños soñar
un latir para un solo corazón 
para en tu cielo al fin poder volar

Está en tu respiración la melodía 
de tu corazón el latir es son;
armonía que tarareo cada día





JackSparragoss
desde algún lugar del Mare Nostrum

lunes, 11 de abril de 2011

En mi memoria

que rodaron sin descanso
dibujando a capricho tu nombre
en el lecho pedregoso de los ríos

En la memoria(silenciosa) de las nubes
que sedujeron al viento con su aroma
para que trazase en ellas con su dedo
el contorno de las letras de nuestros nombres

En la memoria(violenta) de las olas
que al romper sobre la costa
borraron los recuerdos de las rocas

En la memoria de estos dedos  
que trazaron sobre tu piel dibujos
de lechos pedregosos, cielos imposibles
y mares infinitos

En mi memoria...


JackSparragoss


desde algún lugar del mare nostrum

sábado, 15 de enero de 2011

Allí



Donde se pierden los silencios
al final de los senderos
donde se extingue la memoria
entre el cenit y el ocaso
Allí donde nacen los sueños,
donde te dije te quiero
allí entre tu cielo y el mío;
reino de palabras olvidadas,
de caricias y besos
allí es donde voy,
donde quiero decir:
Aquí es donde muero...

JackSparragoss

domingo, 9 de enero de 2011

Otoño


Foto: Silencios de otoño Paco García


Ahora que languidece la vida en un triste
retorno al dulce balsamo de tus ojos
Ahora se extingue la luz entre ocres y rojos

Ahora que perecen sin remedio, senderos
bajo ese tupido manto de hojas muertas;
ahora se extingue el sol de tus ojos fieros

Ahora que recoge los frutos florecidos
tan astuta y silenciosa, la muerte
dejando un rastro de mil petalos marchitos


Ahora que los vientos de nuevo me abandonan
inmovil sobre el viejo mascaron de proa;
donde las flores reinan, los sueños germinan

JackSparragoss